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Europa apuesta por la armonización en el Impuesto sobre Sociedades

Magin Pont 09-01-2017 12:48:25
Europa apuesta por la armonización en el Impuesto sobre Sociedades

Europa se dirige con paso decidido hacia la consolidación de Bases Imponibles en el Impuesto sobre Sociedades. La OCDE está luchando contra el fraude fiscal de forma especialmente intensa en los últimos años y prepara el asalto definitivo con la puesta en práctica de su plan anti BEPS. El objetivo final es que cada empresa pague impuestos en el lugar en que los genera realmente.

El proyecto, denominado CCCTB, Common Consolidated Corporate Tax Base (o BICCIS en castellano, Base Imponible Común Consolidada en el Impuesto sobre Sociedades) ya fue lanzado en los años 2001 y 2011, fracasando por la oposición de varios países miembros, principalmente de Irlanda. Ahora se presenta el proyecto de nuevo con un lavado de cara y reformas más amplias, aprovechando las polémicas suscitadas por la planificación fiscal agresiva empleada por grandes corporaciones como Apple o Google.

Dentro de Europa nos encontramos con el dilema de conciliar la persecución del fraude fiscal con la propia normativa europea derivada de sus Tratados de libertad de circulación y residencia. Esta libertad es aprovechada en ocasiones para intentar trasladar los beneficios de forma artificial a aquellos países en los que la tributación es más reducida. Precisamente esto es lo que se pretende evitar y para hacerlo sin vulnerar los derechos más fundamentales de la Unión Europea se necesita una profunda reforma que de momento se plantea en las siguientes fases:


1. Durante el 2017 veremos un primer proyecto de Directiva para el cálculo de la Base Imponible del Impuesto sobre Sociedades. De esta forma se asegurará que en los aspectos fundamentales se va a calcular el impuesto de forma armonizada en toda la UE.

2. Alrededor del año 2022, podríamos empezar a hablar de Consolidación de Bases a nivel europeo. El objetivo es obtener una única Base derivada de la suma de todas las Bases con pérdida y con Beneficio.

3. En la tercera fase se procedería a redistribuir la recaudación de forma proporcional entre los países en que se ha generado. Habrá que ver cuáles serán finalmente los criterios de distribución, lo cual no parece nada sencillo de calcular.


El proyecto también tendrá sus ventajas, como la posibilidad de compensar pérdidas de un país a otro o la seguridad normativa que tendrán las empresas a la hora de establecerse en un nuevo territorio. También se está hablando de establecer un mecanismo de “ventanilla única” que permitiría realizar todas las gestiones tributarias desde cualquier país de la Unión.

Todo está por ver, pero lo que es cierto es que, tras la amenaza del Brexit, llega en un momento en el que el propio proyecto de la Unión europea está más cuestionado que nunca. El éxito de un proyecto como el CCCTB sería un puente de esperanza para una Europa que se encuentra al borde del abismo.


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